viernes 30 de abril de 2010
Caso Ariel School
Escuela Ariel, Ruwa, Zimbabue.
Uno de los dibujos realizados por los niños sobre el hecho.
El 14 de septiembre de 1994, un OVNI cruz¢ los cielos de Sud frica. Dos d¡as despu‚s, algo aterriz¢ en el patio de una escuela en Ruwa, Zimbabue, junto con otras 3 o 4 cosas de acuerdo a la periodista Cynthia Hind. Esto fue presenciado por 62 niños, quienes ten¡an poca o ninguna exposici¢n a la TV o a lo que los medios cuentan sobre el fen¢meno OVNI. Cynthia Hind los entrevist¢ el d¡a despu‚s del encuentro cercano y los hizo dibujar lo que vieron.
Por Cynthia Hind
El viernes 16 de septiembre, a aproximadamente las 10:15, 62 niños de la Escuela Ariel, un colegio privado de educaci¢n primaria en Ruwa (cerca de 20 Km desde Harare) estaban jugando en el patio durante el recreo de mitad de mañana. De repente, los chicos vieron 3 bolas plateadas en el cielo sobre la escuela. Las mismas desaparecieron emitiendo un destello de luz y luego reaparecieron en otro lado. Esto sucedi¢ tres veces y luego comenzaron a moverse hacia abajo rumbo a la escuela, llegando una de ellas a aterrizar (o flotar) sobre una secci¢n de pasto cortado con algunos tocones de bamb£, arbustos y rboles, que se encuentra lindera al patio. A pesar de no haber vallado alguno entre ambas zonas, a los niños no se les tiene permitido ir a esa parte porque puede haber serpientes, arañas o algun que otro animal peligroso. Adem s es f cil desaparecer de vista caminando ah¡, habiendo solo un agreste camino usado por tractores en un intento de limpiar el rea.
Existe una l¡nea de postes de electricidad y, de acuerdo a uno de los chicos, el objeto sigui¢ esa l¡nea antes de aterrizar. Hay una controversia en cuanto a si el objeto aterriz¢ en el suelo o flot¢ sobre ‚ste. El martes 20 de septiembre, sal¡ de la escuela junto con mi hijo. Me acompañaba tambi‚n un reportero de la BBC junto con su equipo, y Gunter Hofer, un jovencito que construye sus propios aparatos el‚ctricos, a saber: un detector de metales y un magnet¢metro, para tratar de detectar si el objeto hab¡a dejado alguna marca.
El director de la escuela es el Sr. Colin Mackie, quien fue muy cooperativo, y a pesar de nunca haber estado involucrado o saber algo sobre OVNIs, dijo que cre¡a fehacientemente en lo que los niños dijeron haber visto.
Llegu‚ a entrevistar alrededor de 10 o 12 chicos, lo cual fue grabado por la televisi¢n de la BBC.
Un testigo, Barry D., dijo que hab¡a visto 3 objetos volando y emitiendo destellos rojos, los cuales desaparec¡an y reaparec¡an casi al mismo tiempo, pero en otro lugar. Esto sucedi¢ como tres veces. Luego los objetos aterrizaron cerca de unos rboles de caucho. Barry dijo que el objeto principal era del tamaño de la uña de su pulgar al apuntar con el brazo hacia donde estaba la nave desde una distancia de aproximadamente 100 metros, en el borde del patio de la escuela. Luego un humanoide pequeño (de cerca de 1 metro de estatura) apareci¢ en la parte superior del objeto. Camin¢ un poco en el terreno, se dio cuenta que estaba siendo observado por los niños y desapareci¢. El mismo ser o alguien muy parecido a ‚l, reapareci¢ despu‚s en la parte trasera del objeto. La nave despeg¢ r pidamente y desapareci¢. El pequeño humanoide estaba vestido con un traje negro bien ajustado al cuerpo, que era “brillante” de acuerdo a una de las niñas (de 11 años) que presenciaron el hecho. El ser ten¡a un cuello muy delgado y grandes ojos en forma de bal¢n de rugby. Su rostro era p lido y ten¡a largos cabellos negros que le llegaban hasta debajo de los hombros.
Le suger¡ al Sr. Mackie antes de visitar la escuela y entrevistar a los chicos, que dejara a los niños dibujar lo que hab¡an visto, logrando as¡ entre 30 y 40 dibujos, algunos de los cuales son bastante expl¡citos y claros. La edad de los niños var¡a de 5/6 a 12 años. Tengo 22 fotocopias de los dibujos m s claros, los cuales eleg¡ de las im genes que gentilmente me consigui¢ el Sr. Mackie. La mayor¡a de las descripciones son similares, pero algunas de las naves dibujadas son claramente “platillos voladores”, y por ende me pregunto cu ntos de estos niños tuvieron acceso a los medios de comunicaci¢n. Otras son bastante rudimentarias pero coinciden m s o menos con la forma de platillo.
Los chicos pertenecen a diversas etnias y culturas: negros, blancos, de color y asi ticos. Una pequeña niña me dijo: “Juro por cada cabello en mi cabeza y la Biblia entera que estoy diciendo la verdad”. Pude ver la satisfacci¢n en su rostro cuando le respond¡ que le cre¡a. Los niños m s pequeños de entre 5 y 7 años se asustaron con lo que pasaba y corrieron gritando “Socorro!”. A los m s grandes les pregunt‚ por qu‚ hab¡a pasado eso con los de menor edad, la respuesta fue: “Porque ‚l vino a comernos”. Pienso que esto probablemente se aplica m s a los niños negros africanos quienes tienen leyendas que hablan de “Tokoloshies” come-niños.
Sus profesores estaban en una reuni¢n y no salieron afuera. Cuando le pregunt‚ al director acerca de esto, dijo que los niños siempre gritaban y hac¡an ruido durante el recreo y nadie pens¢ que algo raro estuviera pasando. El £nico otro adulto disponible en ese momento era una de las madres, quien estaba atendiendo la tienda de golosinas. Cuando los niños fueron a buscarla, ella no les crey¢ y no sali¢ afuera: no estaba preparada para dejar sola la tienda con toda la comida y el dinero.
Gunter y los hombres examinaron minuciosamente el campo donde los niños hab¡an visto el objeto, pero no obtuvieron reacci¢n alguna con el contador geiger y dem s equipo. Si el objeto estaba realmente flotando probablemente no habr¡a rastros.
Yo camine por cuenta propia a lo largo de la l¡nea de postes de electricidad, por entre los arbustos, pisote‚ sin cuidado los hoyos de serpientes descartando cualquier advertencia. No hall‚ lugar alguno donde el objeto pudo haber aterrizado y presionado el follaje del terreno. De hecho, pienso que los tocones de bamb£ pudieron actuar como algo disuasorio. El d¡a era c lido, cerca de 33ºC (91F)
El Dr. John Mack visit¢ Zimbabue cuando sucedi¢ este caso y pas¢ dos d¡as en la Escuela Ariel con los chicos. Tambi‚n habl¢ con el director, Colin Mackie, los profesores y algunos de los padres. John junto con el investigador Dominique Callimanopulos, fueron capaces de llegar a los padres y profesores para convencerlos de que incluso si no le cre¡an a los niños, era contraproducente el acusarlos de mentir. “Escuchen y piensen acerca de lo que ellos dicen”, les aconsej¢. El particular inter‚s de John Mack en la psiquiatr¡a infantil fue de gran ayuda durante los interrogatorios y sirvi¢ para dilucidar la veracidad de este caso.
M s dibujos hechos por los niños sobre la nave y sus ocupantes.
Algunos de los tantos niños protagonistas del Encuentro Cercano.
Fuente: http://www.mysteryplanet.com.ar
Caso Kelly-Hopkinsville
Billy Ray Taylor ten¡a sed. Ca¡a la noche, pero el calor de agosto permanec¡a en las colinas sudoeste de Kentucky. Taylor, de veinti£n años, s¢lo buscaba un trago de agua fresca cuando sali¢ de la casa para ir hasta el aljibe de la granja. Pero en el trayecto vio algo que lo hizo regresar de inmediato a la casa, en un estado de excitaci¢n total.
Los once miembros de la familia Sutton, que viv¡an y trabajaban en la granja, oyeron la historia con descreimiento. Un plato volador cont¢ Billy, una nave rodeada de humo de todos los colores del arco iris, acababa de volar sobre su cabeza y hab¡a aterrizado en una hondonada a poca distancia de la casa. Los Sutton se rieron de ‚l. Pero media hora despu‚s empezaron a tomarlo un poco m s en serio, cuando el perro de la familia comenz¢ a ladrar y luego se ocult¢ en un rinc¢n con la cola entre las patas.
Seg£n la historia que narraron despu‚s, Taylor y otro adulto, Lucky Sutton, se asomaron a la puerta y vieron una figura luminosa que se aproximaba a la casa, acerc ndose lo suficiente como para que los dos hombres pudieran apreciarla bien: se trataba de una criatura de un metro de altura con una cabeza redonda de gran tamaño, ojos luminosos de color amarillo y brazos que terminaban en garras que casi tocaban el piso. Sutton y Taylor no se molestaron en darle la bienvenida. Se metieron a la casa y volvieron a salir empuñando una escopeta calibre 20 y un rifle calibre 22.
Cuando la criatura estuvo a unos seis metros de la puerta, Taylor y Sutton dispararon. La figura dio un salto y desapareci¢. Los dos hombres salieron de la casa y descubrieron una criatura similar sobre el techo. Sutton dispar¢ y el extraño ser se desplom¢. Notaron entonces que hab¡a un tercer extraterrestre colgado de un arce y volvieron a disparar. La criatura flot¢ hacia el suelo y huy¢ con un extraño y desequilibrado andar. Cuando apareci¢ otra criatura a un costado de la casa, Sutton atac¢ con su escopeta en forma rotunda; los perdigones sonaban como si hubieran pegado contra un balde de metal, y la criatura no se perturb¢, aunque se alej¢.
Despu‚s de un rato, los dos hombres dejaron de disparar. Regresaron a la casa y cuando trataban de calmar a los niños vieron que los extraterrestres espiaban por las ventanas. La aterrorizada familia opt¢ por huir en auto hacia el pueblo cercano de Hopkinsville para informar a la polic¡a.
La respuesta oficial fue r pida y detallada. La polic¡a local y estatal y un fot¢grafo regresaron a la granja Sutton con la familia y recorrieron el rea. Encontraron, seg£n un informe, s¢lo una mancha luminosa en el sitio en donde supuestamente hab¡a ca¡do despu‚s de ser volteada del lugar donde se hab¡a resguardado. Los investigadores se retiraron minutos despu‚s de las dos de la madrugada y la familia volvi¢ a la cama. Pero la tranquilidad no durar¡a mucho tiempo.
Los extraterrestres regresaron. Insistieron con espiar por las ventanas de la granja, y de nuevo en los campos de Kentucky resonaron los disparos de las armas de los hombres. Las balas y los perdigones produjeron muchos agujeros en los vidrios de las ventanas, pero no pudieron hacer salir sangre del cuerpo de los intrusos de otro mundo. A las 5 y 15 minutos, justo antes del amanecer, seg£n los Sutton, las criaturas desaparecieron, y nunca m s volvieron.
Sin embargo, la aventura no hab¡a terminado. Durante varios d¡as, periodistas de todo el estado y los estados vecinos invadieron la granja. Llovieron curiosos, que pisotearon las tierras en busca de huellas de los extraterrestres y se metieron en la casa pidiendo fotografiarse con los exasperados granjeros. Los investigadores de ovnis tambi‚n estuvieron all¡, registrando minuciosamente el lugar. No se encontr¢ evidencia f¡sica, salvo la supuesta mancha luminosa que qued¢ sobre la tierra, que fundamentara la historia narrada por Taylor y los Sutton. Sin embargo, los investigadores llegaron a la conclusi¢n de que esta gente era sincera y mentalmente sana y que no ten¡an inter‚s en explotar el caso para obtener publicidad. Y as¡ quedar¡a el asunto.
Fuente: http://www.mysteryplanet.com.ar
mi‚rcoles 28 de abril de 2010
Australia: ¿Qu‚ Sucede en los Territorios del Norte?
Por Keith Douglass
c) 2005.
Lo siguiente nos muestra que los supuestos extraterrestres no solo hacen de las suyas en los sitios m s visibles del planeta, sino que tambi‚n lo hacen en regiones del globo que son m s remotas, de donde a veces no se reciben informes.
En el noroeste de los Territorios del Norte, a la izquierda de la Carretera Stewart y al norte de Wycliff Well se estan produciendo muchas cosas extrañas hasta el sol de hoy. Hay numerosos relatos provenientes de ciudades y de bases militares, pero en las regiones apartadas como esta, los abor¡genes hablan de cosas raras que suceden a diario.
Hablan de personas que desaparecen y sufren de “tiempo perdido”, hablan de la extracci¢n de agua por naves extrañas y de haberse topado con un caballo muerto despu‚s de que una nave fuese vista en la misma regi¢n que el equino. Un chico hasta logr¢ fotografiar uno de estos aparatos.
En un incidente no relacionado, se pudo ver como un coche ingresaba en el fondo de uno de estos aparatos con sus pasajeros adentro. A comienzos del d¡a, ese mismo coche fue visto en una aldea aborigen, donde se dijo que tanto el veh¡culo como sus pasajeros parec¡an estar desubicados. Se dijo que entraron en un comercio local para hacer compras y que el veh¡culo se desplaz¢ posteriormente a las afueras del pueblo, donde una nave supuestamente lo aguardaba...un sitio en donde se producen avistamientos rutinarios, desplaz ndose de norte a sur, en vez de este a oeste, como lo hacen cerca de Alice Springs. Es un lugar donde se han producido avistamientos de tri ngulos y naves de forma ahusada, as¡ como discos con camuflaje militar. Un lugar donde personas con dedos y pies palm¡pedos visitan a los abor¡genes, pidi‚ndoles cristales.
Se dice que discos de color rojo se han zambullido a tierra al norte de Alice Springs desde los tiempos de la Segunda Guerra Mundial. Todos estos informes provienen de todos los puntos del centro de Australia: cuando la central de energ¡a en Ayers Rock cerr¢, pudo verse una nave abandonando la zona.
La carretera que una a la ciudad de Darwin con la frontera de Australia del Sur ha sido escenario – en tres ocasiones distintas – de turistas acosados por una enorme luz anaranjada y zumbante, que caus¢ que los motores de sus veh¡culos quedasen calados al aproximarse el foco de luz.
Los abor¡genes del Territorio saben que estos visitantes llevan largo tiempo entre nosotros y que parecen no tener planes para irse. Se han producido muchos relatos parecidos en todas partes del mundo sobre avistamientos de entidades de distintos tipos. Se dice que algunas de ellas son amistosas y que otras no lo son tanto; lo mismo puede decirse de las que aparecen en los Territorios del Norte.
En las inmediaciones de los Territorios del Norte y en lugares como Alice Springs se han producido informes de secuestros y personas que han padecido episodios de tiempo perdido. Este es uno de ellos:
Una noche, un hombre fue detenido por una luz brillante mientras que se dirig¡a a trabajar en la nueva c rcel. Despert¢ 20 minutos despu‚s con el cuerpo cubierto de marcas extrañas.
As¡ que lo que sucede en todas partes del mundo est tomando lugar aqu¡ mismo en los Territorios del Norte. A continuaci¢n aparecen informes que me han sido proporcionados por personas que viven y trabajan en estas zonas apartadas. Es necesario tener presente que debido a la inmensidad del terreno y los caminos tortuosos, se requiere tiempo para desplazarse de un lugar a otro.
Pine Gap
Un hombre que hac¡a entregas de sal semanalmente a la base Pine Gap fue obligado en una ocasi¢n a entrar r pidamente por las rejas, estacionarse y esperar. Fue entonces que se abri¢ el suelo y pudo conducir su cami¢n hacia abajo a lo largo de una rampa. Se le indic¢ que no mirara hacia ning£n lado. Descargaron la sal y se le dijo que abandonara la base.
Al oeste de Alice Springs
Pueden escucharse muchos estruendos que provienen de la parte posterior de Pine Gap y existen numerosos informes sobre luces anaranjadas y un enorme disco. Uno objeto de esta clase fue visto en Pine Gap y posteriormente en Wycliff Well, al lado de la carretera, en el 2002.
En cuatro ocasiones distintas en años recientes, una chica que regresaba a su hogar desde su trabajo al oeste de Alice Springs afirma haber visto a menudo pequeños discos grises detr s de la base Pine Gap.
Un hombre que volv¡a a su casa desde el oeste sufri¢ una p‚rdida de tiempo de dos horas y media a lo largo del camino que pasa por detr s de Pine Gap.
Me gustar¡a recalcar que no tengo inter‚s alguno en Pine Gap m s all de los numerosos eventos que se producen en las zonas afuera de sus cercas.
El monte Theo
Los niños abor¡genes de Chilla Well sol¡an visitar a un vecino local para informarle que “las luces y el aparato azul hab¡an regresado”. Los viejos afirmaban que el aparato era de color plateado y que ten¡a una banda azul en el medio. Se les pregunt¢ a los ocupantes de aquella nave si quer¡an carburante diesel pero contestaron: “No, queremos saber d¢nde se encuentran los cristales azules.” Los niños indicaron el lugar en el que pod¡an dar con los cristales, pero al darse la vuelta, aquella “gente” se hab¡a desvanecido.
En 1998 los vecinos dieron parte sobre la presencia de individuos con manos y pies palm¡pedos en las cercan¡as de Chilla Well.
Coober Pedy
El 15 de abril del 2005 en la poblaci¢n de Coober Pedy, el testigo se encontraba a la intemperie a eso de las 10:30 pm cuando pudo observar dos luces, una anaranjada y otra blanca, cerca del horizonte y hacia el noroeste. La luz anaranjada se mov¡a, as¡ que fue a buscar su videograbadora y a avistar a su esposa. La luz se acercaba mientras que ‚l la grababa; la luz blanca estaba inmediatamente debajo de la anaranjada, pero no pod¡a verse por la mirilla de la c mara.
La luz anaranjada segu¡a acerc ndose y fue posible apreciar un domo resplandeciente en su parte superior. El objeto finalmente se desplaz¢ hacia el noroeste. El pietaje de un minuto de duraci¢n fue enviado al Canal 7 en Adelaide.
Tanami Downs
Todos los ovnis avistados en esta zona se desplazan de norte a sur en Rabbit Flat y Granite Mines, Smoke Hill. La mayor¡a de ellos son naves plateadas con la banda azul a su alrededor.
Picininny Bore
Al norte de esta zona existen varios tipos de “nave gigante” que a£n no han sido presentadas por la televisi¢n. Por muchos años, se ha visto la manera en que estas naves absorben agua de manantial proveniente de Talbot Well y la manera en la que desciende una nube despu‚s de que la nave asciende y desaparece. Cuando la nave abandon¢ la zona, no quedaba agua en el pozo, aunque despu‚s de algunos d¡as, el ojo de agua volv¡a a llenarse como si estuviese alimentado por una fuente subterr nea.
Pinja y Parnta
Fue en esta zona en que un autom¢vil fue llevado en vilo hacia una nave cuyos colores supuestamente eran verde militar y azul. Ahora, en el segmento de carretera que va desde Tanami Road a Hooker Creek (Lajamanu), 92 veh¡culos transitaron por esta pista y los vecinos recibieron instrucciones de no fotografiarlos. Existe un punto de aterrizaje entre Pinja y Parnta y muchos abor¡genes han desaparecido misteriosamente de la regi¢n. Los abor¡genes se reh£san a transitar a lo largo del carril que va hacia el este y lo hacen s¢lo hacia el oeste. En las cercan¡as de Yuendumu, estas naves se desplazan de oeste a este y las enormes naves de tipo “caja” vuelan lentamente. Pueden verse a menudo naves ahusadas de forma “cigarro puro” volando con lentitud; algunas de estas naves son tres veces mayores que el aer¢dromo.
Hooker Creek
Al terminar mis trabajos nocturnos, me di cuenta en algunas ocasiones de las luces al norte de mi posici¢n. Dichas luces se ve¡an a menudo como dardos en el cielo y tambi‚n pod¡an verse como alguna especie de pista de aterrizaje para aviones.
Otro relato cuenta como un cient¡fico que hab¡a ido a investigar el enorme cr ter situado al oeste de Tanami Mines fue hallado muerto en su coche, y que todos los documentos que llevaba consigo se hab¡an esfumado. Descubri¢ que el cr ter no hab¡a sido producto de un impacto meteor¡tico, sino de una explosi¢n.
Las minas de Tanami parecen corresponder a una zona en la que las naves corresponden a una clase distinta a las que pueden verse en el norte.
Conclusi¢n
Por lo general me he quedado en el banquillo, escuchando toda la palabrer¡a y las traiciones de muchas personas en otras partes del mundo y en Australia. En los £ltimos siete años se me ha dicho que estas cosas (las luces verdes, por ejemplo) son basura, pero la lectura de mis informes comprobar que se tratan de situaciones similares a las que provienen de otras partes del mundo.
He vivido en el coraz¢n de Australia por 25 años y tuve mi primer avistamiento OVNI a los 10 años de edad cuando viv¡a en Sydney. He visto una docena de objetos raros desde entonces y he estado informando sobre fen¢menos extraños (OVNIS y secuestros) por unos siete años.
Me gustar¡a decir que estamos haciendo una buena labor a la hora de informar al p£blico sobre el fen¢meno OVNI, y debatimos temas como los MILABS, HdN y ovnis militares, pregunt ndonos si pueden existir ovnis hechos por la mano del hombre.
As¡ que, si el desierto de Australia forma parte de todo esto, personalmente no puedo ver por qu‚ el factor de participaci¢n humana se molestar¡a en secuestrar abor¡genes desde sus campamentos en medio de la nada, como si la clonaci¢n formara parte de su agente. Si est n tratando de crear “seres para la Nueva Era”, opino que existen mejores lugares para secuestrar personas.
Al reflexionar, es muy posible que esto est‚ tomando lugar de todos modos, pero si todos los informes son sobre la misma cosa, ¿qu‚ sucede con los otros pa¡ses? Si sus gobiernos son part¡cipes en la situaci¢n, deben haber elaborado sus presupuestos con mucho esmero.
Considero que parece haber distintos tipos de extraterrestres asignados a distintas regiones del planeta, trabajando en distintos asuntos y desenvolvi‚ndose junto a los seres humanos. Si estos ovnis que se llevan el agua y los seres humanos de nuestros despoblados son los mismos que operan en otros pa¡ses, significa que los extraterrestres est n sumamente atareados con la naturaleza de los humanos.
Traducci¢n (c) 2006, Scott Corrales, Arcana Mundi.
Fuente: http://arcanamundiblog.blogspot.com
mi‚rcoles 21 de abril de 2010
1921: una “llama de una vela” que vuela
All por el año 1921, Antonia Utrera Dom¡nguez contaba diez años de edad. Viv¡a con su madrastra –Frasquita Tirado Dom¡nguez- y un hijo de ‚sta, todav¡a de meses, en el pueblecito gaditano de Barbate.
Una noche de aquel verano de 1921, la pequeña Antonia se qued¢ al cuidado del beb‚ de la madrastra. sta sali¢ de la casa, encarg ndole que le diera el biber¢n en cuanto comenzara a llorar. La niña tom¢ una manta y se acost¢ en el suelo del comedor… Se acost¢ en el suelo porque ten¡a miedo de dormirse y no o¡r al niño cuando empezase a llorar. As¡ que, en lugar de dejar al beb‚ en el dormitorio de su madrastra, se acost¢ con ‚l en una habitaci¢n contigua.
Antonia coloc¢ su brazo por debajo de la cabeza del niño –a guisa de almohada- y trat¢ de dormir un poco. Pero a eso de las 3 ¢ 4 de la madrugada, el pequeño se movi¢ y la niña despert¢, llam ndole la atenci¢n una “luz” que hab¡a aparecido debajo de la cama del matrimonio. El dormitorio de la madrastra ten¡a la puerta abierta, y Antonia –desde su posici¢n en el suelo del comedor- podr¡a ver a la perfecci¢n la cama de sus padres.
“Era una luz muy rara. Ten¡a el color y el tamaño de la llama de una vela, pero lo extraño es que no alumbraba.
“Entonces, al abrir los ojos, vi que la “lengua de fuego” sali¢ de debajo de la cama y se dirigi¢ hacia m¡. Dio una vuelta alrededor de mi cabeza y regres¢ al mismo lugar. Yo comenc‚ a temblar de miedo. Ten¡a tal “tembladera”, que el movimiento del brazo termin¢ por dormir de nuevo al niño.
“Y cada vez que yo abr¡a los ojos, aquella “luz” repet¡a el mismo recorrido: sal¡a de debajo de la cama y volaba hasta lo alto de mi cabeza. Despu‚s se alejaba hacia el dormitorio.
“Estuve viendo esa “lengua de fuego” por m s de dos horas. Ten¡a algo m s de una pulgada. Era justamente como la llama de una vela. Vol¢ hacia mi cabeza como unas cinco o seis veces. No se escuchaba ruido. La casa estaba en silencio y en una oscuridad total. Por eso la vi en seguida”.
Por fin, cuando ya amanec¡a, la madrastra llam¢ a la puerta, y la niña –“siempre con los ojos cerrados” para que la luz no se le echara encima- abri¢ la puerta al tiento. Al abrir los ojos la “luz” hab¡a desaparecido.
La niña no le cont¢ nada a su madrastra porque quiz , al no despertarse el niño, ella no le hab¡a dado el biber¢n y su madrastra le habr¡a pegado.
“No s‚ que pudo haber sido esa “lengua de fuego”. Lo £nico que puedo decir es que, al d¡a siguiente de ver la “luz”, mi abuela muri¢”.
Fuente: "El Ovni de Bel‚n"; J.J.Ben¡tez
El encuentro de Villas Boas
Esquema de la nave vista por Antonio Villas Boas, que fue descrita con presici¢n por el testigo incluso aportando infinidad de detalles y medidas concretas: Pese a ello, la mayoria de los dibujos presentados hasta la fecha no se han ajustado, sobre todo en proporciones, a la descripci¢n dada por Villas Boas.
Boceto de los humanoides observados por Villas Boas. Sobre el pecho ten¡a un "emblema" o circulo rojo que reflejaba la luz. Todo el traje estaba lleno de "rayas" oscuras a semejanza de escamas. Los guantes fueron descritos como muy gruesos e incomodos para poder mover los dedos con total facilidad. Las botas eran muy gruesas por la base y puntiagudas.
Por Jose Antonio Caravaca
Uno de los casos cl sicos por excelencia de la ufolog¡a mundial estuvo durante alg£n tiempo en “cuarentena” debido a las connotaciones sexuales del encuentro, lo que hizo que los investigadores se mostraran reacios a darlo a conocer p£blicamente de una manera generalizada. Durante años el suceso fue mantenido en un discreto segundo plano, hasta que la popularizaci¢n de las abducciones, a finales de la d‚cada de los años sesenta, con la publicaci¢n del libro “El viaje interrumpido” de John G. Fuller hizo que la experiencia vivida por un joven brasileño por fin fuera conocida en todo el mundo. Aunque en un principio la divulgaci¢n solo inclu¡a las iniciales del informador o un seud¢nimo Adhemar.
El incidente sucedi¢ el 15 de octubre de 1957, cerca de Sao Francisco de Sales, en el Estado de Minas Gerais (Brasil), el protagonista un campesino de 23 años llamado Antonio Villas Boas. Se encontraba trabajando con su tractor de noche para evitar el calor, cuando cerca de su posici¢n vio descender un extraño OVNI en forma de "p jaro" o “insecto”, mientras su veh¡culo se deten¡a misteriosamente. Antes de que pudiera reaccionar dos pequeños humanoides, con escafandras y unas “mochilas” a sus espaldas intentaron atraparle, pero Villas Boas tras golpearlos pudo escapar. En su carrera, varios seres le agarraron fuertemente consiguiendo inmovilizar al joven tras una buena “refriega”.
Villas Boas describi¢ a los ocupantes del OVNI como de estatura baja de aproximadamente 1ï60 metros de altura, ataviados con un extraño mono blanco formado con “escamas met licas” que le dañaron en el forcejeo. Sobre la cabeza ten¡an unos cascos opacos con solo dos aberturas redondas a la altura de los ojos, un cintur¢n ancho, guantes gruesos y zapatos de tac¢n alto. Lo introdujeron en el estrafalario artefacto subiendo por una escalera met lica. En el interior del OVNI, Villas Boas comprob¢ que todo estaba fuertemente iluminado, existiendo una columna de metal lustroso que un¡a el suelo con el techo. Tras tomarle muestras de sangre de su barbilla con un extraño aparato en forma de pipa luminosa conectada a un no menos enigm tico recipiente en forma de c liz, los seres le condujeron a otra estancia donde hab¡a una "cama" de pl stico negra. En ese instante el campesino Boas pudo ver unos signos rojos sobre una de las puertas de la estancia, que cuando estaba cerrada no dejaba de ver ning£n tipo de señal, ni marca visible de la existencia de la misma. En esos momentos los humanoides, con gran agilidad y destreza le quitaron toda la ropa al joven mientras le restregaban por el cuerpo con una “esponja” impregnada en un l¡quido refrescante que le hizo vomitar. “Al igual que una ducha, hab¡a varios agujeros, a trav‚s del cual se produjo un humo gris, que se disolvi¢ en el aire. De ah¡ el olor. Me sent¡ muy mal y tuve arcadas, fui a una esquina y vomit‚. Entonces podr¡a respirar sin dificultad, sin embargo, segu¡a sinti‚ndome mal por ese olor” relat¢ Villas Boas.
Minutos mas tarde, hacia su aparici¢n en escena, una pequeña "mujer" con larga cabellera rubia y grandes ojos azules rasgados, totalmente desnuda, seg£n Villas Boas "su cuerpo era el m s hermoso que hab¡a visto en mi vida". No hizo falta mucho tiempo ni mucho ingenio, para que el joven brasileño se diera cuenta de las "intenciones" de su anfitriona. Realizaron el acto sexual sobre la "cama" y todo se desarrollo con "normalidad", exceptuado un ligero detalle, Villas Boas afirm¢ que la "mujer" gruñ¡a como un animal. Muy mal no debi¢ desenvolverse el muchacho cuando la “dama” pidi¢ otra entrega fogosa del brasileño. Una vez terminado el "trance", la ardiente "tripulante" se dirigi¢ hacia la salida, no sin antes señalar con el dedo ¡ndice su vientre y luego el cielo, en clara alusi¢n al lugar donde nacer¡a el "hijo" de ambos.
Tras su “aportaci¢n a la causa” el joven fue invitado a visitar los entresijos de la aeronave, donde pudo observar una habitaci¢n donde hab¡a tres seres sentados, en sillas giratorias y se comunicaban entre ellos emitiendo “gruñidos” ininteligibles. Manipulaban unos controles y le llam¢ la atenci¢n una mesa que ten¡a una especie de pequeña caja de cristal, con un contador similar a un reloj y en lugar de los n£meros 3, 6 y 9, ten¡a una marca negra y en el sitio donde se emplaza el n£mero 12, pose¡a “cuatro s¡mbolos negros pequeños seguidos”.
Antes de abandonar el artefacto el campesino brasileño intento robar ‚ste pequeño artilugio, que deb¡a pesar unos dos kilos, pero fue descubierto por los ocupantes del OVNI que no con muy buenas maneras le enseñaron la puerta de salida.
Ya desde el exterior el testigo pudo ver como la nave se elevaba en medi¢ de un fuerte viento y desaparec¡a en la fr¡a noche. Hab¡a estado m s de 4 horas a bordo de la aeronave.
LA INVESTIGACION
El Dr Olavo Fuentes, uf¢logo brasileño examin¢ a conciencia el caso de Antonio Villas Boas concluyendo que parec¡a estar diciendo la verdad. En su examen m‚dico, Fuentes señal¢ que a ra¡z de su encuentro el joven ten¡a dificultades para dormir, que los primeros d¡as vomitaba con frecuencia y apenas ten¡a ganas de comer. Durante varios d¡as tuvo picores en los ojos y una suave irritaci¢n. Curiosamente tras el aparente ataque de insomnio de las primeras jornadas durante aproximadamente un mes fue victima de una pesada somnolencia. Durmi‚ndose con extremada facilidad en cualquier hora del d¡a. En varias partes de su cuerpo aparecieron extrañas heridas y hematomas sin raz¢n aparente. Los principales s¡ntomas fueron denunciados en los tres d¡as posteriores al encuentro, aunque tuvo secuelas durante meses. Algunos expertos est n convencidos que las molestias de Villas Boas fueron provocadas inequ¡vocamente por una exposici¢n a una radiaci¢n desconocida a saber; migrañas, v¢mitos, insomnio, falta de apetito, irritaci¢n en los ojos, manchas cut neas, etc
El caso llam¢ la atenci¢n de las autoridades y tal y como me indic¢ el periodista y aventurero Pablo Villarrubia; “el asustado campesino fue trasladado a Estados Unidos por orden del servicio secreto de la Marina de Guerra de Brasil o por el Ej‚rcito del Aire –entonces muy involucrados en la investigaci¢n del fen¢meno OVNI– por indicaci¢n de João Mart¡ns, un ingeniero aeroespacial y, especialmente, por el m‚dico Olavo Fontes, miembro de la hoy desaparecida Aerial Phenomena Research Organization –APRO–, entonces con sede en Tucson –Arizona– y dirigida por el matrimonio formado por Coral y Jim Lorenzen”.
Villas Boas ocult¢ algunos datos de su experiencia por pudor, como el hecho de que tras la segunda c¢pula con la tripulante, ‚sta le tom¢ una muestra de semen.
Pero existen otros puntos oscuros en el caso de Villas Boas que nos tememos nunca llegaran a ser aclarados. PabloVillarrubia acompañado por el notable uf¢logo Claudio T. Suenaga consiguieron entrevistar, en 2002, a Ord‚cia Villas Boas hermana del protagonista del incidente, que a los 70 años de edad a£n recordaba vivamente muchos detalles de lo ocurrido en 1957. La noche de marras, su hermano regres¢ a casa muy asustado, tembloroso y con la piel muy amarilla. Ten¡a una mancha morada en la frente y en el ment¢n (marcas que seg£n el investigador brasileño Walter Buhler fueron visibles durante al menos 3 años). Al cabo de un rato vomit¢ una sustancia amarilla.
La hermana aport¢ un detalle bastante extraño a toda la trama: “Vinieron en una camioneta y se lo llevaron (unos hombres con uniformes) para hacerles ex menes m‚dicos y averiguar si ment¡a o no. Antonio me dijo que la NASA le someti¢ a varios ex menes, entre ellos, la m quina de la verdad”. La parte mas controvertida del viaje a los Estados Unidos, es cuando en California, las personas uniformadas que lo visitaron durante algunos años, le mostraron a Villas Boas los restos de un “platillo volador” junto a otro en perfecto estado, que ten¡an dentro de un hangar…
El investigador Pablo Villarrubia insisti¢ en esta cuesti¢n: "Se le someti¢ a interrogatorio y el detector de mentiras en California. Fue llevado a un rea abierta donde los restos de un platillo volante se hab¡an encontrado. A continuaci¢n, le mostraron otro, en buen estado, dentro de un rea cerrada como un museo, pregunt ndole si era id‚ntica a la que hab¡a visto. Me dijo que era muy similar. l siempre estuvo acompañado de un periodista, que hab¡a un nombre extranjero y actu¢ como int‚rprete, y siempre estaba rodeado de personal uniformado estadounidense ".
João Francisco de Queiroz sobrino del famoso abducido habl¢ con los investigadores sobre ‚ste aspecto: “Coment¢ que, pasados unos meses, unos hombres se lo llevaron a Estados Unidos para ser sometido a unos an lisis. Me dijo que pr cticamente le forzaron a ir. Le llevaron supuestamente para que observara un aparato volador semejante al que vio aqu¡. Adem s, Antonio hab¡a tallado en madera un platillo, una replica de lo que hab¡a visto. Se encerr¢ varios d¡as y no sali¢ hasta que termin¢”.
Incluso al parecer le regalaron algunas propiedades en California para comprar su silencio…
Un final inesperado para un encuentro de alto voltaje…
Fuente: http://caravaca.blogspot.com/
El antiguo cementerio jud¡o de Praga
Pocas ciudades en el planeta pueden rivalizar con Praga. Lugar m gico, impregnado de historia, de leyendas y de misterio en cada una de sus esquinas, de sus callejones, de sus puentes… Todo en Praga adquiere un tinte diferente que nos hace echar la vista atr s y, entre los ecos pasados de violines y pianos, recorremos sus empedradas calles hasta llegar al antiguo barrio jud¡o donde, encajonado entre edificios y antiguas sinagogas, encontraremos uno de los cementerios m s impresionantes de europa.
En el viejo cementerio jud¡o de Praga no hay lujosos panteones, ni monumentos de costosos m rmoles, no hay flores, ni adornos, ni cruces, ni estatuas… all¡ solo encontraremos miles de l pidas amontonadas sin orden ni concierto, como si en un juego macabro hubiesen sido colocadas azarosamente por manos invisibles en lejanas noches oscuras y silenciosas.
Viendo el reducido espacio del cementerio, no nos salen las cuentas cuando nos dicen que all¡ hay enterrados m s de cien mil jud¡os. En cambio, en el camposanto tan solo hay unas doce mil l pidas. Esto se debe a que el cementerio se les qued¢ pequeño y los jud¡os, sin la posibilidad de ampliarlo, tuvieron que recurrir a realizar los nuevos enterramientos sobre los ya existentes, añadiendo capas de tierra una y otra vez. En algunos lugares del cementerio se pueden contabilizar hasta once enterramientos unos sobre otros. Motivo tambi‚n del aparente desorden de las l pidas.
El poeta y erudito Avigdor Karo fue la primera persona enterrada en este lugar, all por el año 1439 y permaneci¢ activo hasta 1787, cuando fue clausurado definitivamente con la tumba de Moses Beck. Cientos de nombres c‚lebres descansan en este lugar, como el sabio del Renacimiento, historiador, matem tico y astr¢nomo David Gans (d. 1613), o el erudito e historiador Jos‚ Salom¢n Delmedigo (d. 1655), y el rabino y coleccionista de manuscritos y libros impresos en hebreo David Oppenheim (m. 1736). Aunque sin duda el m s conocido de todos es el gran erudito y maestro religioso Jud Loew ben Bezalel, conocido como el rabino Loew (d. 1609), que se asocia con la leyenda del Golem, un muñeco de barro creado por Loew para defender a los jud¡os de Praga, pero que enloqueci¢ y no pudo cumplir su tarea.
Elevado sobre las calles laterales, el viejo cementerio jud¡o expande su aura sobre todo el distrito de Josefor, donde las antiguas sinagogas del gueto permanecen ancladas como islas. En una de ellas, la sinagoga Pinkas, con su eterno aroma a s ndalo petrificado y entre las sombras de sus candelabros de siete brazos, encontramos un pequeño y estremecedor museo en recuerdo a los jud¡os muertos durante el holocausto nazi.
En sus paredes est n inscritos los nombres de las v¡ctimas jud¡as, sus datos personales, y los nombres de las comunidades a las cuales pertenecieron. En 1968, sin embargo, el Monumento fue cerrado debido a filtraciones de aguas subterr neas, que pon¡an en peligro la estructura del edificio. Durante los trabajos de aislamiento, se descubrieron espacios subterr neos, un antiguo pozo y un baño ritual. El r‚gimen comunista demor¢ intencionalmente los trabajos de reparaci¢n y las inscripciones fueron removidas. No fue posible hasta 1990 completar las modificaciones del edificio. Finalmente entre 1992–1996, los 80 000 nombres de los jud¡os checos y moravos v¡ctimas del nazismo fueron escritos de nuevo en las paredes.
En el primer piso de la Sinagoga Pinkas se encuentra la exposici¢n Dibujos de los niños de Terez¡n, 1942–1944. Entre los prisioneros en Terez¡n hab¡an m s de 10 000 niños, menores de 15 años al ser apresados. De 8 000 de ellos enviados al Este, unos 242 sobrevivieron a la guerra. El Museo Jud¡o tiene m s de 4 000 dibujos originales de estos niños en su colecci¢n. Son un testimonio conmovedor de su cruel destino y pr cticamente el £nico recuerdo da aquellos que no sobrevivieron.
Fuente: http://tejiendoelmundo.wordpress.com
martes 13 de abril de 2010
La Punta del Hidalgo
Por Nefeç_metah
Existen lugares con un encanto especial; enclaves m gicos donde el tiempo se detiene manteni‚ndonos esclavos de su majestuosa geograf¡a.
La Punta del Hidalgo es una localidad costera al noreste de isla de Tenerife. La fuerza y particularidad de los paisajes naturales se manifiestan en este lugar, perteneciente al municipio de San Crist¢bal de La Laguna.
Este pequeño rinc¢n de Tenerife es uno de esos tesoros naturales que debemos visitar antes de morir. La naturaleza ha sido generosa en esta zona, convirti‚ndola en una reserva para todos aquellos que aprecian el encanto y la tranquilidad que puede brindar la naturaleza. Posee un singular entorno montañoso que se deja acariciar por el oc‚ano Atl ntico, formando charcos y pequeñas piscinas naturales en su orilla. Dispone de preciosos parajes como el Roque de los dos Hermanos quebrado en su altura con su propia leyenda aborigen.
Todo este conjunto se convierte en una alternativa perfecta para el relax.
La Punta es considerada tambi‚n como un lugar ¢ptimo para avistamientos de luces de naturaleza desconocida; enigm ticos fen¢menos luminosos que llegaron a convertirse en el epicentro de la atenci¢n de la c£pula militar en su momento.
Existen testimonios sorprendentes que hablan de estas luces como: fen¢menos inteligentes. Luces que llegan a perseguir a los caminantes y turistas. La luz emprende la persecuci¢n y, cuando los turistas detienen la marcha, las luces hacen lo propio, se detienen y esperan, expectantes…
Una buena amiga, Elisa Medina Rodr¡guez (que conoce el lugar como la palma de su mano) me cont¢ las singulares experiencias que ha logrado vivir en tan cautivante rea natural:
En una ocasi¢n me relat¢ que, estando en la playa con amigos, una extraña esfera luminosa –que sale del mar generalmente, seg£n los testimonios de los habitantes de la zona- lleg¢ a situarse a pocos metros del grupo, a continuaci¢n describi¢ evoluciones muy extrañas y cambios extraordinarios en su morfolog¡a para, segundos despu‚s, salir disparada hacia las alturas e introducirse seguidamente en una especie de nube que, segundos antes, nadie logr¢ ver.
Esta experiencia no fue la £nica. Existe otro testimonio de esta magn¡fica mujer en donde sale a relucir otro tipo de objeto, esta vez en forma de delta. Silencioso y con un desplazamiento lento, esta “nave” sobrevol¢ el lugar en aquella noche con absoluta parsimonia, como escrutando la zona y a sus habitantes. Elisa –que llevaba unos prism ticos en ese momento- llam¢ la atenci¢n de sus compañeros, pero, al tomar los prism ticos uno de sus amigos, el objeto ya hab¡a desaparecido. Elisa trat¢ de localizar al misterioso visitante oteando entre la oscuridad reinante pero fue imposible, la nave en forma de delta hab¡a abandonado la zona, o por lo menos, estaba invisible a los ojos de los paseantes, o tal vez mimetizada entre la oscuridad imperante, lo cierto es que, aquella silueta oscura y en forma de delta, fue muy notoria para la audaz testigo
Estos avistamientos se dieron con m s intensidad por los años 1992 y 1993. En este tiempo los asiduos visitantes de la zona pudieron contemplar un sinn£mero de fen¢menos de dif¡cil catalogaci¢n. Esferas luminosas que surcaban los cielos en el m s sepulcral de los silencios, describiendo maniobras impresionantes que ning£n avi¢n o artefacto a‚reo convencional podr¡a realizar.
En fin, este lugar es considerado como un punto caliente en cuanto a avistamientos OVNI; un lugar m gico y especial; una puerta a otra dimensi¢n.
viernes 9 de abril de 2010
La colina de las cruces de Lituania
Paseamos hoy por un lugar realmente sorprendente, tras estos d¡as de semana santa en los que las cruces son las protagonistas, viajamos hasta La Colina de las Cruces de Lituania, probablemente el lugar del mundo en donde se concentra el mayor n£mero de cruces imaginable.
La Colina de las Cruces, tambi‚n conocida como la Meca de Lituania se encuentra a unos 13 km de æiauliai, la cuarta ciudad m s grande de Lituania, en el norte del pa¡s.
Su origen se remonta al año 1236, cuando la ciudad es fundada para defender la zona de los asaltos de los caballeros Teut¢nicos, cosa que no conseguir¡a ya que ‚stos conquistar¡an la zona y la dominar¡an durante todo el siglo XIV. Algunas fuentes indican la colocaci¢n de las primeras cruces en la colina durante este periodo. Con el paso de los años, el catolicismo Lituano comenz¢ a usar este lugar como emblema ante la opresi¢n.
Ya en el siglo XIX Rusia se apodera de Lituania. M s de una sangrienta batalla se librar¡a en estas tierras contra los opresores rusos y miles de soldados lituanos morir¡an en ellas. Los familiares, ya que no pod¡an dar sepultura a muchos de esos cuerpos, utilizaron la colina como improvisado cementerio simb¢lico. En 1895 hab¡a 150 grandes cruces y otras tantas de menos tamaño. El lugar comenzaba a convertirse en un centro de peregrinaci¢n, s¡mbolo paz, libertad y esperanza para el pueblo lituano.
Ya en el siglo XX llegan las dos grandes guerras, tras la primera, los alemanes ocupar¡an el pa¡s durante tres largos años. En la segunda, los rusos volver¡an a invadir la zona, para ser reconquistada de nuevo por los alemanes durante un breve periodo de tiempo y retornar al final de la guerra a las manos de Stalin como Rep£blica Socialista de Lituania.
En estas fechas la colina hab¡a crecido. Miles de pequeñas cruces se amontonaban alrededor de la colina, coronada ya por 400 grandes cruces. A los rusos no les gustaba nada que este lugar se convirtiera en s¡mbolo de libertad para los lituanos e hicieron lo imposible para que desapareciera del mapa. Lo quemaron todo en varias ocasiones, intentaron nivelar la colina e incluso convirtieron la colina en un vertedero de residuos y desechos. Pero nada de esto acab¢ con ella, al amanecer, decenas de cruces aparec¡an de nuevo plantadas all¡ y por mucho que se esforzaran en destruirlas, volv¡an a aparecer una y otra vez. Los rusos incluso proyectaron inundar toda la zona construyendo una presa en un r¡o cercano, pero para suerte de los lituanos, cay¢ el r‚gimen comunista y nada de esto lleg¢ a llevarse a cabo.
Desde entonces hasta nuestros d¡as el n£mero de cruces y la importancia del lugar como centro de peregrinaje ha ido en aumento. Se estima que hay m s de 100000 cruces de todo tipo y tamaño. A las cruces se han unido estampas, rosarios, fotograf¡as, estatuas y todo tipo de objetos religiosos que la gente ha ido all¡ amontonando como recuerdo de sus antepasados, familiares o amigos.
La colina de la fe, como suele ocurrir en estos casos, tambi‚n se ha convertido en un negocio para muchos, que venden en las cercan¡as cruces y abalorios de todo tipo para los turistas desprevenidos que acuden all¡ sin llevar la cruz de casa. Quiz s la masificaci¢n desvirt£e un poco el sentido original de la colina, aunque esto no quita que el lugar sea realmente sorprendente y que sea un punto emblem tico dentro del recorrido de peregrinajes en Europa.
Fuentes:
http://tejiendoelmundo.wordpress.com
http://englishrussia.com
http://www.historiasdeleste.com
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